La vía de madera que la Administración municipal de Manta tendió sobre la playa de El Murciélago para facilitar el acceso al mar a las personas discapacitadas, recibe frecuentemente un rociado de linaza para asegurar la duración de los tablones, expuestos a la intemperie y a la salinidad del ambiente marino.
Ese tratamiento debe realizarse de manera periódica, hasta lograr que la madera quede totalmente humectada, luego de lo cual se deberá realizar un mantenimiento semestral.
Paralelamente se han iniciado los trabajos en la construcción de la segunda etapa de este proyecto de inclusión social. Es la habilitación de un espacio apropiado para que las personas discapacitadas puedan divisar el horizonte marino desde El Mirador, en la parte más alta del borde costero sobre la playa de El Murciélago, donde además del acondicionamiento del piso y la vía de acceso hasta allí, se instalarán sillas y parasoles.
El área considerada es de 10 x 3 m en cada ala y se espera que esos trabajos culminen en el lapso de una semana, aproximadamente.
Espacio para uso exclusivo de discapacitados
A propósito de estas obras municipales, la secretaria técnica del Consejo Cantonal de Protección de Derechos de Manta, Marcia Chávez Robbens, solicitó la colaboración del público para cuidar estos espacios destinados a las personas con discapacidad, que por obvias razones no pueden movilizarse sobre la arena.
“El recurso invertido en estas obras es para aportar a la distracción y esparcimiento de este grupo poblacional y no puede ser mal utilizado”, recalcó la funcionaria.
FUENTE: Dirección de Comunicación Social del GAD cantonal de Manta, mediante boletín informativo y foto. MANTA, 10 de enero de 2016.