Ni bien acaba de superar una emergencia y la Empresa Pública Aguas de Manta (Epam) ya tiene que lidiar con otra nueva. Las más recientes, ocurridas este fin de semana, rotura accidental de una tubería conductora de agua potable y el creciente robo de tapas de alcantarillas.
Parecería un propósito intencionado de alguien que quiere causar problemas a la administración de la empresa y no dar respiro a sus directivos y mucho menos a sus técnicos y obreros, pero tampoco se puede descartar la realidad de unas redes de tuberías remendadas, muchas obsoletas, así como la evidente ausencia de estrategia para proteger los bienes públicos.
Nuevamente, en varios puntos de la ciudad, personas inidentificadas han sustraído tapas metálicas del sistema sanitario, causando grave perjuicio a la comunidad por el peligro que representa un pozo de revisión destapado en medio de la calle y por el costo que tiene reponer las tapas robadas.
Ramiro Almeida, del área de alcantarillado de la Epam, expresó que el hurto de las tapas de hierro es alarmante. En apenas horas han desaparecido de la Calle 16, entre avenidas 30 y 35; de la Calle 11 en el cruce con la Avenida 9; de la Calle 11 en el cruce con la Avenida 15; de la Avenida 4 de Noviembre en el cruce con la Avenida 113; de calles del Barrio Santa Clara y de otros sectores, sumando un total de 15 tapas desaparecidas como “por arte de magia”.
A pesar del perjuicio económico implícito, Almeida señaló que la Epam repondrá progresivamente dichas tapas con otras de material no reciclable, compuesto de una aleación de hormigón-poliester-fibrato, producto de alta resistencia comprobada, que puede soportar hasta 90 toneladas de peso.
Algún lector suspicaz podría pensar que el hurto de las tapas no solo es motivado por el afán de lucro de quienes las roban y de quienes las reciclan, sino igualmente de quienes hacen negocio con las nuevas tapas que adquiere la Epam.
Tuberías colapsadas
En otra emergencia ocurrida este fin de semana, una máquina rodante al servicio de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) rompió una tubería de 63 mm, utilizada para la distribución de agua potable, mientras excavaba para enterrar cables. Sucedió en un lugar posterior a la Estación de Servicios Caballo de Troya, dejando sin el líquido vital a la Ciudadela Universitaria y sus alrededores.
Al conocer el caso la Epam desplazó personal para reparar el daño y evitar que el agua siguiera derramándose sobre las calles. Mientras se hacía la reparación, el agua que fluía por la tubería averiada fue desviada momentáneamente al acueducto que transporta el agua para la Parroquia San Mateo y los demás sectores servidos por dicho ramal.
El servicio a la Ciudadela Universitaria y otros lugares aledaños se restablecerá desde el domingo 18 de octubre, según la previsión de los técnicos responsables de la reparación aludida.
Hubo otro caso diferente en la Parroquia Los Esteros, junto al redondel distribuidor de tránsito de la Avenida 108 y la Avenida María Auxiliadora, donde una vetusta tubería y su válvula de control colapsaron debido a la presión con que se impulsaba el agua para abastecer a esta zona que no tuvo servicio gran parte de la semana anterior.
El daño se reparó prontamente y pocas horas después fue restablecido el servicio durante la noche del viernes 16 de octubre.
FUENTE: Dirección de Comunicación Social de la Epam, mediante boletín informativo y fotos con firma de su director, periodista Pedro Clotario Cedeño; y aportes de la Redacción de esta Revista. MANTA, 17 de octubre de 2015.