En Rocafuerte, cantón reconocido por su afamada dulcería artesanal, un grupo de personas vinculadas a esta actividad se encuentra trabajando en un proyecto cuyo objetivo es montar una fábrica que elabore a gran escala los mismos productos, pero sin perder el sabor tradicional.
La Asociación de Productores y Comerciantes de Dulces Artesanales de Rocafuerte (ASPROCODAR) -integrada por 82 socios que encabezan Jimmy Romero y Concepción (Conchi) Solórzano, promotora del proyecto-, es el gremio que desde hace tres años trabaja pacientemente para alcanzar el objetivo.
ASPROCODAR nació de hecho en la década de los años 80 del siglo inmediatamente pasado, postergando su constitución jurídica hasta el 20 de mayo de 2014 cuando se amparó en la nueva Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero Popular y Solidario.
Su proyecto apunta a “(…) que los artesanos en dulces puedan vender sus productos para que sean conocidos a nivel provincial, nacional e internacional, y que se le dé el valor agregado a este dulce que es tan exquisito”, explicó Conchi.
La Asociación se ha reunido con representantes del Ministerio de Industrias y Productividad (MIPRO), para conversar sobre la ejecución del proyecto que ha quedado pendiente por cuanto hace falta adquirir el terreno escogido.
El terreno tiene una extensión de 10.000 metros cuadrados y está ubicado en la Av. 6 de Diciembre, pero “la inmobiliaria dijo que el terreno lo necesitaban para construir una (agencia de la) Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Pero pienso que es primordial que la fábrica se construya allí porque es una zona que está dentro de Rocafuerte”, razonó la dama.
APOYO DE AUTORIDADES, RENUENCIA DE PRODUCTORES
Conchi explica que están gestionando que la empresa inmobiliaria dueña del terreno lo done al MIPRO y que este a su vez lo entregue en comodato a la Asociación. En ese sentido han solicitado el apoyo político del alcalde Dimas Pacífico Zambrano Vaca, “que está dispuesto a apoyarnos, pero esperamos que sea el terreno que queremos, porque estamos necesitando un centro de acopio, un lugar para construir las naves y un espacio donde puedan ingresar los camiones”, reveló la promotora.
Los representantes de ASPROCODAR también quieren reunirse con el vicepresidente de la República, Jorge Glas, para conseguir su apoyo.
La promotora del proyecto dijo que “existe el apoyo del MIPRO, en donde actualmente tenemos aprobado 1’000.000 de dólares que serán utilizados para la compra de maquinaria.”
Sin embargo, a pesar del apoyo de autoridades del cantón, ciertos productores de dulces no están de acuerdo con el proyecto y prefieren no formar parte del gremio que lo impulsa. “No formo parte de la Asociación porque no me gusta pertenecer a ninguna y sinceramente no tengo tiempo”, manifestó Washington Chávez, dueño de la “Dulcería Rocafuerte”.
Para Conchi y Jimmy no ha sido nada fácil reunir a los socios que hoy integran la ASPROCODAR. “La gente es incrédula, porque tantos años que han estado en esto y nunca se ha hecho una realidad. Porque estos 82 socios no son todos; hablamos más o menos de unas 300 personas que deberían de estar aquí”, explica la primera mientras el segundo lamenta que la gente no crea en el proyecto.
INSPIRACIÓN EN EJEMPLO DE OTROS PUEBLOS
La idea de construir la fábrica surgió del ejemplo de otros pueblos, que a pesar de la distancia y diferencia de productos tenían un objetivo en común: cruzar fronteras.
Rocafuerte siempre ha producido dulces, pero nadie le había dado importancia como ahora. “Antes el proyecto siempre pasaba desapercibido para las autoridades, pero ahora el Gobierno está dando prioridad para que con el cambio de la Matriz Productiva se haga una realidad el proyecto de la fábrica de dulces”, expresó nuestra informante.
Conchi Solórzano recuerda que, junto a su esposo, el abogado Gustavo Vélez Ulloa, fueron de casa en casa averiguando quienes eran los dulceros; fue así que tuvo la oportunidad de hablar con Jimmy, actual presidente de la Asociación.
“Esta tradición es netamente familiar, debemos industrializar el dulce. En primer lugar la Matriz Productiva hay que moverla, como dice el presidente, para poder exportar los productos a otros países y de esta forma Rocafuerte sea conocido como la capital de los dulces”, argumentó por su parte el presidente de la ASPROCODAR.
A los productores de dulces que contribuyan con el proyecto les esperan grandes resultados que mejorarán su estilo de vida. “Van a tener mejor ingresos, aumentarán las plazas de trabajo, mejorarán su calidad de vida, porque seguramente habrán muchos pedidos de mercados provinciales y nacionales”, añadió doña Conchi.
Ella justificó la necesidad de la fábrica “porque lo que poseemos son hornos y es necesario contar con equipos más sofisticados”, anunciando a renglón seguido que “las máquinas serán traídas de Italia y España”.
Algunos de los socios de ASPROCODAR no cuentan con locales para vender sus dulces, pero Conchi asegura que una vez que el proyecto de la planta esté desarrollándose, todos los dulceros podrán poseer un sitio apropiado para que laboren de manera permanente.
FÓRMULAS CON MARCA REGISTRADA
Cuando la fábrica sea una realidad se contratarán ingenieros químicos que logren pulimentar y establecer de manera inequívoca las mejores fórmulas de la elaboración tradicional, que serán patentadas para proteger el patrimonio artesanal del cantón. De este modo, la calidad dulcera que caracteriza a Rocafuerte se mantendrá siempre intacta.
La calidad del dulce será única, esta no podrá variar; y, para lograrlo, las fórmulas serán sociabilizadas entre todos los productores locales. “Sacaremos más o menos 30 variedades de dulces que poseerán el registro sanitario. Claro que las que no obtengan registro sanitario serán igual comercializadas por los dulceros”, aclaró la promotora.
Reveló que “Hay países como España, Venezuela y China que desean distribuir estos dulces, pero el problema es que no contamos aún con el registro sanitario y el valor agregado para poder comercializarlos.”
UNA FAMILIA CON TRADICIÓN DULCERA
Entre las dulcerías que contribuyen al cumplimiento del proyecto está “Los Almendros”, ubicada junto a la vía de ingreso hacia la zona urbana, en el noroeste del Cantón Rocafuerte. Su dueño es Jimmy Romero, uno de los principales promotores en el proceso de la fábrica de dulces.
“Hemos trabajado en la elaboración del dulces por 30 años, pero desde que fundamos esta dulcería han pasado 16 años”, recordó Romero, que junto a su esposa Ondina Delgado observaba con gozo cómo personas de todas partes compraban dulces y degustaban de los incomparables helados de manjar.
El próximo año el local se expandirá y se instalarán máquinas nuevas. “Estamos haciendo una maqueta de lo que será el nuevo local de la dulcería, ya que el público nos exige cada día más”, razonó el propietario.
En este local laboran 10 personas (hijos, hermanas y cuñadas del dueño); cada quien tiene su puesto de trabajo. “Unos trabajan en la paila, otros lo que es harina-almidón, otros se encargan de hornear y los demás de vender el producto. Sin duda somos una gran familia”, se ufanó Jimmy.
FUENTE:
Este artículo, y las fotografías adjuntas, son una colaboración de Mariel Coralia Pinargote Anchundia, joven de Rocafuerte que estudia periodismo en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM).- MANTA, 03 de mayo de 2015.