Médico encuentra decepcionante el manejo de la cosa pública

Su sueño desde niño ha sido sacar a su familia de la pobreza y contribuir para que otras familias en situación semejante también lo hagan; por eso toda su juventud la dedicó a estudiar con el máximo esfuerzo posible a fin de arribar, meta tras meta, al ansiado título universitario. Pero el devenir de esa carrera se ha encargado de revelarle que el estudio formativo no es suficiente para derribar las barreras de un sistema social basado en jerarquías de poder urdidas desde las entrañas del Estado, secuestrado primero por élites dinásticas de la aristocracia colonial, seguidas después por la casta militar y la alta burguesía.

Enrique Toala Castro, cirujano odontólogo por la Universidad Estatal de Guayaquil: Poeta, escritor y promotor de comunidades campesinas. Manta, Ecuador.
Enrique Toala Castro, cirujano odontólogo, promotor de comunidades campesinas, además de poeta y escritor.

Escogió ser médico odontólogo, por vocación y animado por la posibilidad de aportar a la salud de las personas más necesitadas de su entorno. Ha servido en comunidades rurales del Cantón Montecristi, así como en su natal Jipijapa donde reside y sigue sirviendo; pero su consulta principal funciona en Manta, ciudad que brinda mejores oportunidades para el desempeño profesional.

 

Hoy, a sus 59 años, el sueño de toda la vida sigue siendo eso; no por falta de conocimientos ni de oficio, sino más bien por las trabas para ejercer la actividad y porque la mayoría de la población que necesita servicios carece de los medios suficientes para adquirirlos. Cuando alguna vez quiso servir desde una institución pública, encontró que debía pagar una altísima suma de dinero para acceder al cargo; y, por el otro lado, muchos pacientes que podrían llegar a su consulta privada de precios populares, se abstienen porque simplemente no pueden pagarla.

 

En otras palabras, los empleos bien remunerados del Estado y de la empresa privada están reservados para los privilegiados del poder, mientras la economía popular ecuatoriana no alcanza a promover el desarrollo independiente de profesionales con alta formación académica, porque las políticas elitistas del Estado la mantienen postrada.

 

Otra cosa es la situación de los profesionales “bien relacionados”, “arribistas” o sometidos a la voluntad omnímoda del jefe de turno, que de cualquier forma se “acomodan” para lucrar, aunque les falten méritos.

 

Estas son vivencias personales del doctor Enrique Toala Castro, promotor impenitente de varias comunidades campesinas de Jipijapa (Naranjal, La América, Mero Seco, Olina, Cerro La Mona, Julcuy, Las Mercedes, entre otras), donde además de ejercer su profesión de una manera humanitaria, dedica parte de su tiempo a orientar la vida comunal y animarla para que mejore.

En sus prédicas resalta siempre su opinión de que para revertir la pobreza que agobia a gran parte de la población ecuatoriana, el Estado “no tiene que regalar, sino dar incentivos para que la gente trabaje.”

 

Considera provechosas ciertas políticas públicas del Gobierno que preside el economista Rafael Correa Delgado, pero lamenta que los beneficios no alcancen a todo el universo de ecuatorianos, en particular a los habitantes del sector rural. Y, en general, estima que se mantiene el predominio acaparador y excluyente de las élites hereditarias que obstruyen el desarrollo social integral del país.

 

EL ESCRITOR

 

En sus momentos de meditación, Enrique Toala deja fluir su vena literaria que le inspira versos de sentimiento subliminal hacia los seres que admira y venera, o hacia lo insondable del espíritu; y, con más frecuencia, la prosa social contestataria que suele exponer en periódicos y revistas o mediante presentaciones radiales.

 

Ha publicado 4 poemarios: Horizontes (2001), Anhelos (2003), Antología Poética (2007) y Ensueños (2011). De este último extraemos estos versos:

 

“Tu cielo azul, como tu bello mar / atraen al turismo internacional” (Manta hermoso).“Jipijapa, ciudad de ensueños / con aroma de café en flor, / tus campos llenos de jardines / representan lo más perfecto / creado por Dios.” (Jipijapa). “Quiero ser la sombra que abrace tu ser / ser la luz que ilumina tu camino / ser el Sol para darte calor / ser la vida para estar en ti” (Ensueños).

 

En camino de publicación se halla el poemario “En busca del verdadero sentimiento” y una obra de ayuda personal para las parejas: “La felicidad familiar, cómo alcanzarla”. Y a punto de concluir tiene un ensayo sobre “La Muerte, más allá de ella”.

 

Recuerda haber escrito su primer poema tras el fallecimiento de un sobrino (Milthon Freddy Toala Zavala) de 14 años de edad, al que apreciaba como a un hijo: “La tristeza será nuestra compañera. / Nadie llenará ese espacio que dejaste / en nuestros afligidos corazones / marcados por la desesperación. (Milthon Freddy, Ensueños).

 

FILIACIÓN

 

El doctor Enrique Marino Toala Castro (59) obtuvo su título de cirujano odontólogo en 1981, conferido por la Universidad Estatal de Guayaquil. Es miembro de la extensión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana en Jipijapa. Está casado con Ana Quijije Lucas, ingeniera en sistemas, y los hijos de ambos son: Freddy (25), médico y Doménica (18), estudiante de psicología. Los padres de Enrique: Marco (fallecido) y Cruz María.

 

MANTA, 13 de marzo de 2015.


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