Y la tendencia es a la baja. Dudamos que los países productores se pongan de acuerdo para disminuir producción. El oro negro se convierte así en un BUMERÁN para los países que confiaron sus inversiones en el crudo, que puede convertirse en el fracaso de los programas de gobierno.
Por José Ramón Moreira Aliatis
Empresario, ingeniero comercial y periodista.
Decía mi padre: Nunca hay que poner los huevos en una misma canasta. Siempre los mediocres echándole la culpa al vecino por los males que padecemos; si me duele la barriga, fulano de tal tiene la culpa. Desde la Colonia nos han inculcado que el de a lado es culpable de que el niño esté moro, seguimos siendo embusteros, es nuestra condición humana. Nosotros somos los responsables de nuestros actos y nadie más.
Cuando le apostamos a un solo producto el financiamiento de toda la economía de una nación, corremos el riesgo de que por diversas circunstancias se fracture el libre flujo normal de dinero. No diversificamos, ni le apostamos a otras formas de producción, nos volvemos conformistas, vagos, esperamos solamente que nos caiga el maná del cielo, y las consecuencias pueden ser desastrosas.
El precio del petróleo en los últimos meses ha disminuido a nivel mundial en un 25% por diversas razones. Estados Unidos está reactivando pozos de reserva, utilizando técnicas innovadoras y en consecuencia ha aumentado su producción. China tiene un estancamiento en su economía, la OPEP no disminuye su producción, y, por último, mundialmente se ha contraído la demanda.
Por lo tanto, si dependemos tanto de esa fuente (especialmente los árabes, México, los latinos), el sentido común nos dice que o produces o produces o fracasas, con el agravante de que no hay
expectativas de nuevas inversiones por el descenso de los precios.
En consecuencia, los proyectos de investigación disminuyen, como es el caso de México que está ávido de esa apertura.
Y la tendencia es a la baja. Dudamos que los países productores se pongan de acuerdo para disminuir producción. El oro negro se convierte así en un BUMERÁN para los países que confiaron sus inversiones en el crudo, que puede convertirse en el fracaso de los programas de gobierno.
Admiro a nuestro sistema político que está buscando y aplicando opciones, como por ejemplo, Ecuador convirtió el primer proyecto emblemático en toda Latinoamérica denominado la Ciudad del Conocimiento YACHAY en una realidad, que cambiará todo el sistema de matrices productivas, energéticas, científicas y mentales.
El señor presidente Maduro, de Venezuela, nación que mayor dependencia tiene del crudo, dice de Estados Unidos “que está utilizando un método salvaje para extraer petróleo”. En otras palabras, el culpable de la baja de los precios del crudo es el Tío Sam. Y… viéndolo bien, los mayores consumidores del hidrocarburo llanero son los gringos y sin embargo a ellos todo les huele a AZUFRE, a diablo, refiriéndose peyorativamente así de sus mejores clientes.
Realmente es osado tener de amigo a un proveedor de esas características. Al parecer buscan boicotearlo para no comprarle más combustible, con razón o sin razón el pueblo pagará las consecuencias.
MANTA, noviembre 01 de 2014.
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ALEXANDR RODRIGUEZ M (martes, 20 enero 2015 17:51)
Efectivamente,don Ramòn Moreira:Si los efectos estimados sobre el ingreso son preocupantes, el impacto sobre las variables sociales es desesperanzador. La caída en el precio del crudo representaría ,creo, media década de retroceso en la lucha contra la pobreza y el aumento de la clase media, que tanto esfuerzo le ha costado consolidar al país. poniendo en riesgo los programas que se esperan llevar a cabo los próximos años.
Esta es la oportunidad para no solo subir el tono de los debates, sino también el de nuestras aspiraciones como país y blindar desde el punto de vista fiscal las grandes reformas que se requieren., el Gobierno más adelante para llevar a cabo una reforma tributaria estructural y el cumplimiento de su ambiciosa agenda quedará expuesto a importantes riesgos, como la caída en los precios del petróleo.
alexander_rodriguez_m@hotmail.com