No hay DIGNIDAD, se acabó. La soberbia y la humildad al traste, no valen nada; algunos gritan y gritan día y noche, no duermen. El cuerpo se deteriora, no hay medicina que valga, la terminación del ciclo vital es lenta; y, lo cruel, no hay tratamiento que cure o retrase la enfermedad.
Por José Ramón Moreira Aliatis
Empresario, ingeniero comercial y periodista.
Para ellos no hay pasado, no hay presente, no conocen cariño, amor, no hay emociones ni sentimientos; si han sido dulces o juguetones les queda esa característica por mecánica, hay que procurar que su calidad de vida sea óptima, rodeados de un ambiente natural. La comodidad es para nosotros los que tenemos conciencia de eso, ellos no perciben el mundo, su mente no tiene conciencia de lo bueno o de lo malo, si están vestidos o desnudos; comen mecánicamente.
Si han sido hidrofóbicos, por reacción natural arman berrinches, no se dejan bañar, se vuelven niños, con la diferencia de que ellos son viejos; pierden todas las funciones biológicas. De repente, fugazmente se conecta alguna neurona y les viene a la mente un nombre, un lugar, un episodio de la vida, un gesto y automáticamente como agua que se derrama no queda gota en el cerebro de los recuerdos.
No conocen cariño, no sienten amor; si les ha gustado el dulce, sus papilas gustativas disfrutan de esos manjares cuando se les da, de
lo contrario ni siquiera lo solicitan, ni con la mirada que está perdida en la bruma del tiempo.
No hay DIGNIDAD, se acabó. La soberbia y la humildad al traste, no valen nada; algunos gritan y gritan día y noche, no duermen. El cuerpo se deteriora, no hay medicina que valga, la terminación del ciclo vital es lenta; y, lo cruel, no hay tratamiento que cure o retrase la enfermedad.
Mensaje para muchos familiares que hasta hace poco tiempo ocultaban ante sus amigos y conocidos a este tipo de enfermos; se avergonzaban, creían que era una afrenta la enfermedad. “La ignorancia es atrevida”, no querían reconocer que tenían a un pariente con este tipo de dolencias. Está LOCO… No, que la gente no lo sepa.
Nuestra contribución mundial es para que los tabúes se sepulten para siempre y reconocer una enfermedad que día a día se incrementa por el uso excesivo de la tecnología moderna, en detrimento de la mente del ser humano.
MANTA, octubre 29 de 2014.
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Callie Hon (martes, 31 enero 2017 08:07)
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