Una inspección oficial encontró descuidos ambientales y carencia de protección para la salud e integridad física de los obreros.
El viejo pero activo astillero de Manta es mirado hoy con lupa por funcionarios del Municipio, la Armada y el Cuerpo de Bomberos, que lo han inspeccionado en busca de irregularidades sanitarias en el ambiente y en la protección a los obreros que trabajan allí. Y vaya que las descubrieron.
La inspección se ha hecho en el entorno general del astillero y con mayor prolijidad en los 21 barcos encontrados en el lugar, unos en proceso de construcción y otros en reparación, como constataron la comisaria municipal de Medio Ambiente, un delegado de la Capitanía del Puerto y otro del Cuerpo de Bomberos.
Encontraron problemas de contaminación ambiental generada por desechos de pintura, aserrín, pedazos de madera, pegamentos y fibra de vidrio.
La comisaria, Andrea Moreira, manifestó que también encontraron faltas en seguridad industrial para los carpinteros y demás trabajadores, ya que algunos no portaban mascarillas, cascos ni uniformes adecuados. También faltan extintores de incendios.
Los funcionarios concluyeron su inspección advirtiendo a los administradores del astillero, así como a los dueños de los navíos y a los maestros constructores de estos, que antes de que sean citados a comparecer para responder ante una autoridad competente, en un plazo de 48 horas limpien toda el área y utilicen una lona bajo la embarcación en la que trabajan para evitar contaminar la arena.
El teniente de navío Christian Ordóñez, jefe de Operaciones de la Capitanía del Puerto, dijo que el viernes anterior, en reunión con las autoridades del Municipio de Manta, se planificó realizar este control con el apoyo de la entidad naval y del Cuerpo de Bomberos para verificar las normas ambientales y control de seguridad e higiene industrial con todos los trabajadores.
REACCIÓN DEL GREMIO DE CARPINTEROS NAVALES
Por su parte Geovanny Alcívar, administrador del astillero y representante de la Asociación de Carpinteros Navales de Manta, manifestó que las inspecciones siempre se han dado, pero las nuevas autoridades son más conscientes y apoyan el trabajo que ellos realizan.
“Sabemos que este trabajo contamina, por lo que acataremos las sugerencias en el tiempo determinado por las autoridades”, prometió Alcívar.
Parte de la basura que genera el astillero es retirada diariamente por un recolector del Municipio; sin embargo, desde hoy los responsables del astillero comprarán más recipientes y contratarán más personal para recoger todos los desechos de cada día de trabajo.
En la construcción o mantenimiento de cada barco se ocupa entre 13 a 15 personas que trabajan regularmente, cuyo salario más el coste de insumos y partes suman un promedio de 300 a 800 mil dólares por embarcación.
El astillero de Manta se encuentra en el límite entre las parroquias urbanas Tarqui y Los Esteros, en una extensión no muy larga de la playa. El área fue concesionada por el Municipio a la Asociación de Carpinteros Navales, que agrupa a 65 socios según conocieron los inspectores públicos.
FUENTE:
Boletín informativo y fotos del departamento de Comunicación del GAD-Manta, remitidos con la firma de responsabilidad de su directora interina, periodista Eva Moreta Delgado.- MANTA, septiembre 23 de 2014.