El Ministerio del Ambiente de Ecuador habilitó un operativo destinado a evitar que los pescadores abandonen redes en el mar y para auxiliar a los cetáceos cuando quedan atrapados.
Con el fin de evitar que las ballenas jorobadas se enreden en mallas de pescadores cuando visitan las costas ecuatorianas, entre junio y septiembre, funcionarios del Ministerio del Ambiente iniciaron operativos de control que se extenderán hasta octubre.
Los monitoreos iniciaron el pasado viernes y se llevarán a cabo sistemáticamente, cada semana, cubriendo áreas marinas dentro y fuera de las reservas, hasta el mes de octubre en que los cetáceos se retiran de las costas del país suramericano.
Durante el primer monitoreo no se evidenciaron mallas que pongan en peligro a las ballenas u otros animales. Se controlaron embarcaciones que realizan avistamiento de ballenas y se evitó la mala práctica de esta actividad turística, de acuerdo con los reglamentos vigentes.
El ministerio explicó que se realizan controles a los permisos que tienen los dueños de embarcaciones para movilizar gente hasta los lugares de avistamiento de ballenas, para así evitar que hagan esto navíos que no tienen las condiciones de seguridad necesarias y cuyos tripulantes no estén preparados ni autorizados para tal fin.
Una fuente del Ministerio del Ambiente explicó a la agencia Andes que estos operativos se concentran en las provincias costeras de Manabí y Santa Elena, donde se registra la llegada del mayor número de estos cetáceos, los cuales aparecen en las costas del país suramericano para actividades de procreación.
Los funcionarios ambientales iniciaron los controles dado que en años anteriores registraron casos de ballenas varadas, la mayoría de ellos a causa de que los mamíferos quedaron atrapados en redes de pesca abandonadas a la deriva en el mar.
El Ministerio del Ambiente recomendó utilizar embarcaciones autorizadas
que cumplen con todas las normas de seguridad y personal capacitado en este tema. Así mismo, en caso de avistar una ballena enredada, pidió informar al Servicio Integrado ECU-911 para activar el plan de contingencia y evitar que estos animales terminen varados y pierdan la vida.
En junio, el gobierno elaboró un reglamento para la observación de ballenas y delfines, que establece normas para las actividades turísticas relacionadas a la observación de cetáceos que se realicen en el mar territorial.
Según datos no oficiales, que manejan operadores turísticos consultados por Andes, esta actividad genera la visita de entre 80 mil a 100 mil turistas anualmente.
FUENTE:
Andes, agencia pública de noticias.- QUITO, agosto 12 de 2014.