El articulista David Ramírez sugiere que los electores de Manta volvieron a elegir alcalde a Jorge Zambrano Cedeño para reparar el "fraude" cometido en su contra en la penúltima elección.
Por David Ramírez
NUEVA YORK.- Nunca antes como en la última elección se polarizó tanto la pugna por dirimir quien sería el próximo alcalde de Manta. En mi criterio, el camino hacia la recuperación de las riendas de la ciudad por parte de Jorge Zambrano se inició el mismo 2009 en que, tras un oprobioso fraude, la alcaldía fue a parar a manos de Jaime Estrada, derrotado en los comicios del 23-F.
Quedó claro hasta la saciedad que Zambrano ganó en las urnas aquel año; el golpe de gracia a la voluntad de los mantenses se dio en Quito. En la capital se desconocieron todos los conteos que lo ratificaron como ganador, y con el mayor descaro -como le consta al país- se alteraron las actas, dando como resultado una ilegítima elección que lesionó de muerte la dignidad de la ciudad.
Por eso, cuando Jorge Zambrano -el hoy alcalde electo- decide postularse, acertadamente sintetiza en la frase Vuelve la Dignidad, el sentir de un pueblo que por casi cinco años llevó sobre sus espaldas el estigma del deshonor y la frustración. Dicho de otro modo, Manta tuvo que esperar todo este tiempo para reivindicarse del daño moral que se le infringió, dándoles a los actores políticos del fraude una contundente lección: ¡La justicia, tarda pero no olvida!
En esencia, esta experiencia deja una extraordinaria enseñanza política. Cómo lo que se consigue a través de malas artes -a la larga- termina pasándoles factura a los autores, cómplices y encubridores; quienes, luego de su paso efímero por la municipalidad, tendrán un lugar de triste recordación en la historia de Manta.
El proceso que acaba de concluir permitió que los electores evaluaran dos estilos claramente diferentes de administrar la ciudad. Jorge Zambrano en sus 12 años como alcalde probó que fue posible reactivar un municipio que estaba en bancarrota; lo modernizó, incentivó las recaudaciones tributarias generando recursos propios que invirtió austera y eficientemente en obras a través de la urbe.
La administración Zambrano regeneró completamente la ciudad, dotándola de vías y obras de infraestructura que le dieron un gran despegue. Este impulso se tradujo en una especie de imán y muchas empresas privadas se vieron atraídas por el crecimiento e invirtieron en Manta. Paralelamente,
trabajó en el frente social masificando los deportes y apoyando la educación; se hizo una administración donde se priorizó el contacto directo con la gente.
Manta fue la primera ciudad del país en implementar el sistema de transparencia, haciendo que las sesiones del Concejo fueran transmitidas en vivo (por televisión) y luego el modelo Zambrano fue adoptado por otras autoridades. Durante este periodo Manta fue el referente de desarrollo a nivel nacional; y, en consecuencia, su alcalde fue elegido presidente de la Asociación de Municipalidades del Ecuador (AME).
Con el advenimiento de la administración Estrada, la ciudad advirtió un estancamiento palpable en todos los ámbitos. Pese a que el presupuesto se quintuplicó y que el alcalde contara con el total respaldo del gobierno, la obra pública no se reflejó ni de lejos en esa proporción. Así mismo, Manta experimentó un aumento sin precedentes en materia de impuestos, lo mismo que por tasas de servicios municipales.
Adicionalmente, la ciudad tiene ahora una enorme deuda pública por los créditos que la administración actual adquirió sin reflexionar que, irresponsablemente, se estaba hipotecado el futuro de las próximas generaciones.
En resumen, mientras Zambrano pudo hacer más obras con menos recursos y sin incurrir en el endeudamiento, todos nos preguntamos: ¿Qué hizo Estrada con todos los millones que recibió del gobierno? ¿Dónde fue a parar el presupuesto municipal y el dinero que se generó con las cargas impositivas que recibió el pueblo de Manta durante los últimos cinco años?
Se pretendió mantener distraídos a los mantenses en conciertos masivos supuestamente gratuitos, cuando en la práctica eran financiados con las mismas arcas municipales. Se maquilló con astucia digna de mejor suerte la frase Manta se Proyecta, a sabiendas que esa imagen no tenía ningún sustento real.
Con la prepotencia y el estilo alegre de dilapidar los fondos públicos, afortunadamente el 23-F el pueblo supo parar a tiempo que Manta continúe proyectándose al precipicio de la corrupción.
Prohibido Olvidar.
La autoría de esta opinión corresponde a
David Ramírez, periodista manabita radicado en
Nueva York, EE.UU.
Marzo 22 de 2014.
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Mario Suarez Q (domingo, 23 marzo 2014 10:00)
Un resumen de lo sucedido, ahora toca recuperar la ciudad y su verdadero desarrollo que se suspendio y tuvo un retroceso por casi cinco años, la gente sintiendose incluida en las decisiones que comprometen su presente y futuro en esta ciudad que por su ubicacion y bondades naturalrs y humanas es privilegiada en la Costa de America.
Alberto Palacios Palma (domingo, 23 marzo 2014 10:32)
Un análisis acertado mi estimado David. Tu viviste en carne propio los dos procesos y gracias a ello haces un enfoque objetivo como ha sido tu característica.
Elio Santana (domingo, 23 marzo 2014 21:16)
Este "Alcalde" saliente pretendió comprar la conciencia del Pueblo de Manta a través de Prensa Radio y televisión , empapeló toda la ciudad, creo que hasta compraba postes para pegar propaganda, hasta algunos funcionarios del gobierno actual se prestaron tambien lo cual no se prestó el Presidente de la Republica quien a ultima hora no llegó a Manta, Ahjjjjj............ahora se siente un alivio en las personas con las que comento ....haber esperado cinco años