Lo ha creado el Municipio de Manta, como un medio para disminuir el impacto ambiental de los gases tóxicos que expelen las industrias de esa zona.
Un promisorio bosquecillo de árboles altos y frondosos domina hoy el ambiente ribereño a todo lo largo del cauce seco del Río Muerto, desde el límite cantonal de Montecristi hasta la desembocadura en la ciudad de Manta, según ha constatado el servicio informativo de la Dirección Municipal de Comunicación Social de la administración porteña.
Hace más de tres años el Vivero del Municipio de Manta sembró cientos de árboles en el cauce del río y hoy conforman un pulmón vegetal que ayudan a descontaminar el aire y la tierra, infestados por efecto de aguas residuales que dimanan de fábricas que se asientan en las proximidades.
Rubén Cedeño, encargado del trabajo, explicó que se sembró desde el territorio de Montecristi porque aquí empieza la contaminación por el asentamiento de fábricas que descargan aguas residuales, y con un convenio que se hizo con La Fabril se inició este trabajo que hoy tiene un excelente resultado con la presencia de los árboles que mitigan el impacto, captando los gases y ayudando a producir oxigenación.
En estos días, la Dirección Municipal de Higiene de Manta realizó con obreros la limpieza de malezas y basura del cauce donde están los árboles, dejándolo limpio para evitar que genere problemas con la presencia de la estación invernal, cuyas aguas suelen llenarlo hasta rebosar en ciertos momentos de alta precipitación.
FUENTE:
Jhonny Mendoza Bravo,
Director de Comunicación Social y
Relaciones Públicas del GADC de Manta.
Enero 19 de 2014.