Advierte que desde el 2015 sólo quedarán aquellas categorizadas en los escalafones A, B y C, que hasta hoy no han logrado la Eloy Alfaro ni la Sur de Manabí.
Luego del informe presentado en la Asamblea Nacional por el CEAACES (Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior), resultado en que las universidades Laica Eloy Alfaro de Manta y Estatal del Sur de Manabí se ubicaron en la categoría D (la más baja), el asambleísta Carlos Bergmann Reyna reiteró su compromiso de impulsar, junto a las autoridades de estos centros universitarios, acciones que permitan el mejoramiento de su evaluación en el plazo de dos años establecido por el CEAACES.
Bergmann Reyna indicó que ha seguido muy de cerca el tema de las universidades de la provincia, porque considera que es fundamental el nuevo rol que deben cumplir dentro de la búsqueda de la excelencia académica, lo que permitirá nuevas oportunidades para la juventud y los profesionales, en el marco de la nueva matriz productiva y de los grandes proyectos de inversión pública que se ejecutan en Manabí.
Al mismo tiempo, el asambleísta destacó la ubicación de la Universidad
Técnica de Manabí y de la Universidad San Gregorio de Portoviejo, al encontrarse en la categoría C junto con la Escuela Politécnica Agropecuaria de Manabí, y enfatizó que la evaluación evidencia que las universidades han mejorado notablemente pero falta todavía mucho por hacer, por lo que existe un compromiso generalizado por mejorar la calidad de la educación en el Ecuador.
El legislador finalizó haciendo énfasis en que "las categorías establecidas por el CEAACES no constituyen un ranking de las universidades. Espero la unidad de todos los manabitas, para que en el futuro todas nuestras universidades mejoren su evaluación y su categorización, ya que para el 2015 solo existirán las categorías A, B y C."
Asistente de Comunicación
Despacho del asambleísta Carlos Bergmann Reyna.
Quito, D.M., noviembre 27 de 2013.
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SUGERENCIA :Legislador Bergmann (viernes, 29 noviembre 2013 16:44)
SUGERENCIA :Al Legislador Bergmann que invoca unidad para mejorar universidades manabitas es el momento oportuno ahora que solo hay 3 universidades categoría 'A' en Ecuador ,como lo determinó el Consejo de Evaluación y Acreditación y Aseguramiento de la calidad de la Educación Superior (Ceaaces) en el nuevo informe presentado 28 de noviembre 2013, de las universidades de Ecuador y donde nuestras universidades de Manabì alcanzaron categorías : C Y D y realizando una rápida consulta en Google, que bien vale trasmitir al señor Asambleísta es importante conozca :que las universidades del primer mundo diseñan agresivas estrategias corporativas para garantizar una alta movilidad de sus facultades y estudiantes,debemos preguntarnos en el segundo y tercer mundo ¿qué deben y pueden hacer las universidades con menos recursos y ventajas? La agenda podría apuntar a los siguientes aspectos:
1.- Fortalecer el concepto de “faculty” o claustro docente: Lo que implica contratar a catedráticos e investigadores con grado de Maestría y Doctorado; también trabajar en la identidad y dignificación de la profesión, con mejores salarios, condiciones y sobre todo exigencias.
2.- Investigación con una nueva arquitectura: Sustentando su organización y administración en un modelo a mediano y largo plazo con indicadores, costo-eficiente, autosostenible y con tasa de retorno de sus proyectos y patentes para la institución.
3.- Alianzas, convenios y redes: Para fortalecer una adecuada transferencia y aprendizaje de universidades con mejor desempeño; siempre en un esquema ganar-ganar, pero apuntando y apostando a aprender para crecer.
4.- Digitalizar, virtualizar y experimentar: Iniciar procesos de cambio hacia nuevos modelos didácticos, pedagógicos, científicos y administrativos orientados hacia las tecnologías de la información y las comunicaciones; particularmente proyectando la educación virtual y el uso de internet 2 para la ciencia.
5.- Definir apuestas académicas focalizadas: A pesar de la paradoja de lo universal y holístico de la educación superior debemos diseñar propuestas focalizadas para especializarnos y darnos a conocer en ciertas áreas del saber evitando la típica generalización que nos caracteriza.
6.- Medir, evaluar, acreditar: Si no medimos no controlamos el avance; si no evaluamos no podemos tomar decisiones acertadas; si no acreditamos no podemos garantizar la calidad de los servicios.
7.- Comenzar a invertir en laboratorios y equipos: Con un programa razonado, financiamiento y el debido acompañamiento, debemos iniciar el proceso de construir el aparato didáctico y experimental para comprender y aplicar teorías y principios; solo con libros, pizarras e internet no avanzaremos; necesitamos experimentar y simular.
8.- Otros aspectos importantes de futuro: a) publicar, y de ser en inglés mejor; b) por ende, capacitar o contratar más docentes e investigadores que hablen inglés; c) flexibilizar currículum con nuevas propuestas de administrar carreras y más confianza ; d) no descuidar las humanidades, son la base y el contexto cultural de la universidad; y e) crear institutos especializados para tratar y resolver problemas concretos.
alexander_rodriguez_m@hotmail.com
COMO SE EXPONEN Y SE VEN (sábado, 30 noviembre 2013 08:35)
las cosas es mejor Repetir el Bachillerato
Lcda.Sonia Mera
estando deacuerdo con loplanreado (sábado, 30 noviembre 2013 09:07)
APORTO CON ESTA NOTICIADIARIO LA HORA DEQUITOLas 5 ‘claves’ de la nueva evaluación universitaria
Sábado, 30 de Noviembre de 2013
SITUACIÓN. Varias reacciones se han dado entre los estudiantes.
SITUACIÓN. Varias reacciones se han dado entre los estudiantes.
El Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces) midió cinco parámetros durante la última evaluación de las universidades y escuelas politécnicas, lo que implicó su categorización.
Academia, eficiencia académica, investigación, organización e infraestructura fueron los aspectos que se tomaron en cuenta para ubicarlas en categoría A, B, C y D. De los resultados, se puede deducir que, en promedio, aunque las de categoría A tienen profesores con posgrados, en las de categoría B realizan un mejor acompañamiento del proceso formativo del alumno. (HCR)
Eficiencia académica
° Es la manera cómo las entidades educativas hacen el acompañamiento a la carrera de sus estudiantes durante todo el proceso, desde las instancias de nivelación hasta que estén listos para iniciar los trabajos de titulación. El promedio de cumplimiento para las cuatro categorías de universidades es similar.
Pero hay un dato especial: en las de categoría A “se encuentra ligeramente por debajo del promedio”, mientras que las de la B tienen un mejor desempeño en este campo.
Organización masen diario la Hora ec santiagopalaciopalacio@hotmail.com
Evaluación devaluada (sábado, 30 noviembre 2013 09:10)
Sábado, 30 de Noviembre de 2013
Llama la atención la contradicción en la que incurren las máximas autoridades de la educación universitaria ecuatoriana, fieles a un proyecto con pretensiones de rescate de los valores nacionales. Consta a todos la escasa capacidad para expresar conceptos con claridad del máximo exponente de esas autoridades. En consecuencia, desconocen los aciertos y las capacidadades de muchos profesores universitarios con doctorados nacionales. Es notoria la existencia de doctores mediocres e incapaces, pero ello no debe resultar en el desconocimiento de la altísima preparación de varios insignes intelectuales ecuatorianos con estudios realizados dentro de nuestras fronteras.
Me ha tocado leer algunas tesis doctorales de graduados en universidades norteamericanas y europeas, cuyo nivel apenas alcanzaría para una licenciatura decente. Es conocido el caso de cierto doctor en USA cuyo director de tesis confesaba que lo habían graduado por compasión y porque iba a trabajar en el Tercer Mundo. Los estudiosos de la literatura saben de las estrecheces económicas de Henry Miller superadas con la elaboración de tesis para estudiantes norteamericanos en Florencia. En varias universidades europeas de renombre corría la voz de la existencia de dos clases de requisitos, una para ellos y otra para los de los países subdesarrollados. Por eso un graduado ecuatoriano solía jactarse y decía: “Yo sí soy de la auténtica NN”.
Da la impresión de que ciertas universidades nacionales, más bien mediocres, han subido de categoría por el simple arbitrio de importar profesores con PhD. ¿Los evaluadores se habrán detenido a investigar si esos docentes ya se han adaptado al medio? ¿O si cumplen a cabalidad con las exigencias para alcanzar niveles de primera calidad? ¿O si se hallan realizando actividades propias de su grado académico?
Dicen que la misma presentación del orden de las universidades ya muestra cierta mala fe, dato sin confirmar, pues no se las nombra por el puntaje alcanzado, sino por orden alfabético, así la mejor calificada queda en tercer lugar. ¿Será?
cfreile@lahora.com.ecsantiagopalaciopalacio@hotmail.com
UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL RECHAZA SU UBICACIÓN EN LA D (sábado, 30 noviembre 2013 09:16)
LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL RECHAZA SU UBICACIÓN EN LA D Las seis universidades de la categoría D tienen valores de desempeño por debajo y muy alejados del promedio en todos los criterios de evaluación. Así lo indica el informe del Ceaaces y en este grupo aparece la Universidad de Guayaquil.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.comsantiagopalaciopalacio@hotmail.com
La universidad estatal de Bolívar (sábado, 30 noviembre 2013 09:21)
Buzón de Lectores
Publicado el 30/Noviembre/2013 | 00:44La baja de categoría de la Universidad Estatal de Bolívar (UEB), de la B a la C, contenida en el informe del Ceaaces ha indignado no solo a los estudiantes que se educan en este centro de educación superior, sino a todo el pueblo bolivarense, en razón de que esta universidad es fruto, primordialmente, de su movilización cívica y la de sus instituciones públicas y privadas. Un primer campanazo de alerta ya se dio en la evaluación de las extensiones universitarias realizada por el mismo Ceaaces, en cuyo informe final (22 de abril de 2013) la extensión del cantón San Miguel de Bolívar fue ubicada entre las “fuertemente condicionadas”, con suspensión inmediata de nuevas matrículas en las áreas de la educación, salud y derecho, amén de otras graves limitaciones. Era de esperar, entonces, que se tomen los correctivos necesarios y urgentes; pero no sucedió así, presumo por la complejidad de los correctivos para detener este descenso en lo académico, investigación y producción científica de la UEB; descenso académico que no es fruto exclusivo de recientes falencias sino que se venía incubando desde gestiones administrativas y académicas que se perennizaron desde su creación en julio de 1989. La UEB no escapó a lo que ha sido el mal endémico de la educación superior, con las excepciones de rigor: feudo político e inclusive de intereses familiares y grupales dominantes, con incidencia negativa en el reclutamiento docente y administrativo (casos de nepotismo), en la investigación y producción científica; fuertes limitaciones a la participación democrática y transparente de sus estamentos en la estructuración del cogobierno y en la formulación de un proyecto universitario realmente inclusivo y de amplia participación social; mal manejo de sus recursos detectado en varios informes de Contraloría, sin que se haya conocido las sanciones impuestas a sus responsables. Ahora la situación está dada y no cabe cruzarse de brazos, la situación amerita un involucramiento de todos los bolivarenses para demandar que se abra un debate serio y cualificado al interior y al exterior de la UEB, que permita conocer a profundidad sus potencialidades y falencias, que proponga los cambios profundos y necesarios para la inmediata rehabilitación académica institucional y que establezca responsabilidades pasadas y presentes, sin caer en una caza de brujas pero comprometida con los fines y objetivos por los cuales los bolivarenses luchamos y contribuimos hasta alcanzar la creación UEB.santiagopalaciopalacio@hotmail.com
Universidades A, B, C y D (sábado, 30 noviembre 2013 09:27)
Fernando Balseca
fbalseca59@hotmail.com:Para advertir a los consumidores acerca de ciertos ingredientes de los productos alimenticios que influirían en el buen vivir, el Ministerio de Salud diseñó unas etiquetas cromáticas en las que el verde es muy saludable, el amarillo es así nomás y el rojo es malo. Por su parte, el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces), en el ‘Informe general sobre la evaluación, acreditación y categorización de las universidades y escuelas politécnicas’, divulgado el 27 de noviembre, también recurre, pavlovianamente, a los colores: el verde equivale a categoría A, el amarillo a B, el anaranjado a C y el rojo a D.
En las ciencias, que practican procedimientos clasificatorios, las categorías distinguen conjuntos no necesariamente para colocar unos grupos por encima de los demás. En la naturaleza, llanamente, hay entidades que son diferentes de otras: si atendemos la manera en que el homo sapiens depreda el planeta hasta la extinción, sería muy discutible sostener a secas que una persona humana pertenece a la categoría A, un colibrí a la B, una hormiga a la C, una colina a la D y un riachuelo a la E. Por tanto, está en cuestión si cabía mantener para los centros de educación superior una gradación oficial que va de lo más a lo menos.Es cierto que no todas las universidades y escuelas politécnicas marchan óptimamente y que esto debe ser corregido; es positivo, pues, que el Estado se empeñe en establecer parámetros mínimos para el funcionamiento adecuado del sistema universitario. Pero el modelo informático que se ha aplicado está atravesado por una lógica tecnicista, burocrática y controladora que se ciega ante la compleja diversidad de los entes universitarios, pues en la vida real no puede existir –no debe– una forma única de institución educativa. Una universidad concentrada en preparar profesionales no es inferior a otra que se ha propuesto hallar la cura para el cáncer.
Las instituciones educativas también están sostenidas por un relato cuyos alcances no son medidos por los indicadores cuantitativos del sistema informático del Ceaaces. Este relato tiene que ver con la tradición y la trayectoria institucionales, con los sectores sociales a quienes sirve, con el grupo económico al que instruye, con los efectos críticos que se generan en la enseñanza, con la composición del presupuesto. Y este relato no puede ser –no debe– el mismo de todas las universidades por igual. No existe seguridad de que sea productivo etiquetar con una categoría B a instituciones que, en general, funcionan bien según los objetivos que ellas se han trazado.
El Ceaaces dice: “El objetivo principal del proceso de evaluación es el aseguramiento de la calidad de la educación superior”. Mas hay historias, recorridos y pesos institucionales que el modelo del Ceaaces no consigue aprehender. El informe neobarroco de categorización trae unos cuadros y diagramas coloridos que no ayudan a desentrañar la riqueza de las universidades o, incluso, sus problemáticas y deficiencias. Las categorías B, C y D son estigmas que, en vez de estimular la mejora de la calidad, pueden desalentar innecesariamente los ánimos de una comunidad académica. Que los alimentos tengan etiquetas no es garantía de buena salud.santiagopalaciopalacio@hotmail.com
Bajo escalafón en el ranking internacional (sábado, 30 noviembre 2013 09:31)
Bajo escalafón en el ranking internacional
Ningsantiagopalaciopalacio@hotmail.comuna universidad ecuatoriana se encuentra entre las primeras mil del mundo - La Estatal de Guayaquil analiza sus carrerassantiagopalaciopalacio@hotmail.com
Categorización de universidades (sábado, 30 noviembre 2013 09:37)
Categorización de universidades
Fecha de Publicación: 2013-11-30
La recategorización de las instituciones de educación superior realizada por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior, Ceaaces, ha generado diversas reacciones en las entidades, recalificadas, que en casos como los de la Universidad de Cuenca y Universidad del Azuay, de categoría A descendieron según esta nueva recalificación a la categoría B. Similar situación comparte la Universidad Central del Ecuador en Quito, la más antigua del país, cuyos directivos, en el caso de esos centros de educación superior, han emitido pronunciamientos al respecto que matizan y explican diversas situaciones inherentes a los procesos de calificación académica.
La exigencia de calidad en las universidades e institutos superiores politécnicos es algo que contribuye a un mejoramiento permanente en la calidad de la formación académica que se imparte en estas instituciones, y sobre ello nadie puede estar en desacuerdo. En donde sí existen motivos para la controversia es en cuanto a los parámetros para esas evaluaciones, que siendo aparentemente técnicas al 100 por ciento, no por ello dejan de poseer sesgos y visiones de sus promotores. Un aspecto digno de tomarse en cuenta es el de que, mientras muchos centros de educación superior con manejo responsable y académico solicitan los recursos indispensables para mejorar áreas como la investigación académica o la capacitación de sus docentes a fin de obtener los exigidos cuartos niveles, que se les facilita tales recursos, y de hecho se cae en un círculo vicioso, es decir falta de recursos y por lo tanto evaluaciones que ponen mala nota por esas falencias no atribuibles justamente a las universidades, sino a su penuria en cuanto a contar con el dinero necesario para los procesos de calidad exigidos.De otra parte, hay una contradicción adicional en cuanto a los voceros del organismo que califica a las universidades y más centros de educación superior señalan que las calificaciones no necesariamente tienen que ver con la calidad de esos centros, pero de hecho su objetivo es precisamente categorizar los niveles de calidad, en favor de unas y desmedro de otras, como toda calificación necesariamente lo hace. Finalmente, el cambio en los parámetros de calificación también pueden incluir en estos resultados.santiagopalaciopalacio@hotmail.com
La evaluación de las universidades (martes, 03 diciembre 2013 18:03)
E l ejercicio de evaluación y categorización de las Instituciones de Educación Superior (IES) efectuado por el CEAACES, y cuyos resultados fueron difundidos la semana pasada, constituye un instrumento inevitable, además de valioso, para establecer la calidad de las universidades en el Ecuador. Se trata de un ejercicio con una doble finalidad: transparentar, de un lado, la excelencia académica y de gestión de todas las universidades del país, públicas y privadas; y de otro, rendir cuentas, en el caso de las públicas, de la forma cómo utilizan los ingentes recursos que reciben del Estado. Para evaluar a las universidades, el método utilizado por el Ceaaces incluyó cinco dimensiones: la calidad y las condiciones de trabajo de sus cuerpos docentes (lo que en el informe se denomina “academia”); la capacidad para graduar a sus estudiantes (“eficiencia académica”), sus fortalezas para generar nuevos conocimientos y publicarlos en revistas y libros científicos (“investigación”), su organización, y la infraestructura con la que cuentan (conectividad, bibliotecas, aulas, etc.). En conjunto, estos indicadores trazan un cuadro más o menos completo de aquello que condiciona la calidad de la educación superior, no solo desde el punto de vista de la docencia, sino de la generación de nuevos conocimientos. Se pueden discutir los criterios, quizá depurarlos, pero conceptualmente parecen adecuados para cumplir los fines de evaluación y acreditación. Sobre una puntuación máxima de 1, el ejercicio estableció un puntaje mínimo (0,35) para que las universidades fueran acreditadas dentro del sistema. Por debajo de ese mínimo, las universidades fueron ubicadas en categoría D. Estas entidades deberán cumplir con un plan de mejoras para acreditarse en la próxima evaluación, o desaparecer. A partir de ese mínimo, se establecieron las otras categorías: C (igual o mayor a 0,35 y menor a 0,45), B (mayor o igual a 0,45 y menor a 0,6), y A (mayor o igual a 0.6). Como cualquier sistema de categorización, el utilizado por el CEAACES se presta a debate. Quizá el tema más delicado sea cómo establecer los umbrales de cada categoría y la injusticia que puede implicar ser ubicada en una categoría inferior o superior por fracciones de punto. Ninguna categorización puede evitar las dos debilidades. Lo importante, sin embargo, es que las reglas hayan estado claras, guarden una consistencia lógica y se hayan aplicado con objetividad y neutralidad. Si se procedió de esa manera, es un paso importante el que se ha dado para establecer la calidad del sistema y dónde se ubica cada una de sus unidades.santiagopalaciopalacio@hotmail.com TOMADO DE DIARIO HOY