Esclavitud moderna

"(...) no queda otra que llamar la atención de las autoridades encargadas de regular esas relaciones, para que vayan y observen in situ la realidad palpable de un modelo comercial avasallante y explotador, de modo que con el poder que les confieren la Constitución y las leyes pertinentes, pongan fin a esta esclavitud moderna que se enseñorea en todos los mercados del país."

En el Ecuador de nuestros días hay muchísimas personas que por necesidad apremiante trabajan en condición de esclavos de otras personas, particularmente de dueños de comercios pequeños y medianos que atienden al público los 7 días de la semana. Es el caso de las tiendas ubicadas alrededor de los mercados municipales de abastos, en las “bahías” y en otros sitios muy concurridos por el público.

 

Los dueños de muchos de esos negocios obligan a sus empleados a trabajar de corrido todos los días de una semana, desde las primeras horas de la mañana hasta el anochecer (entre 10 a 14 horas diarias), salvo el domingo o algún otro feriado poco comercial cuando solo trabajan media jornada. Por ese esfuerzo continuado únicamente perciben el salario mínimo vital, y menos en la mayoría de los casos, sin reconocimiento de horas extraordinarias, sin vacaciones, sin bonificaciones, y no pocos sin el derecho a la seguridad social. Amén del maltrato físico o psicológico al que suelen ser sometidos por patronos abusadores.

 

Es cierto que muchísimos de esos negocios operan con reducido capital de giro y que deben enfrentar un ambiente de gran competencia y el acoso constante de ciertos funcionarios públicos encargados de controlar las recaudaciones tributarias, las condiciones de higiene, las medidas contra incendios y los permisos de funcionamiento, entre otros. Pero eso de ninguna manera justifica

que se someta a un régimen de esclavitud a quienes les sirven, que podrían ser mejores colaboradores si recibieran el trato humano que merecen y al que tienen derecho.


Un trabajador descansado, dirigido con respeto y remunerado suficientemente, tiene mejor desempeño profesional y es más leal con la persona que le da empleo. Bien pueden los empleadores coordinar en turnos el trabajo de sus colaboradores, para que se alternen y así todos tengan el descanso semanal necesario. Pueden tratarlos inteligentemente con apego a la ley y respetando la condición de seres humanos que responden mejor a los estímulos y las motivaciones. Aparte de que ningún empleador está obligado a tener más empleados de los que pueda tratar y pagar bien.

 

Así debería funcionar la relación empleador - empleado en un marco de libertad; pero como esto no es posible siempre, no queda otra que llamar la atención de las autoridades encargadas de regular esas relaciones, para que vayan y observen in situ la realidad palpable de un modelo comercial avasallante y explotador, de modo que con el poder que les confieren la Constitución y las leyes pertinentes, pongan fin a esta esclavitud moderna que se enseñorea en todos los mercados del país.

 

Revista LA GENTE de Manabí

MANTA, 15 de noviembre de 2014.



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Comentarios: 1
  • #1

    alexander _rodriguez_ molina@hotmail. (jueves, 05 febrero 2015 15:20)

    UN NUEVO PLAN
    Efectivamente, comparto que vivimos en un modelo comerciante avasallante y exportador.Tenemos que buscar la clave para el desarrollo del pais,y una forma de hacerlo es capitalizar a los sectores populares,si en verdad queremos disminuir la desigualdad para una real eliminacion de sectores populares y pobres.Con un nuevo plan .Es el momento,ahora con la baja del petroleo que puede venir abruptamente y que es la clave para desarrollarnos en el Paìs , sin depender del petroleo,somos un pais eminentemente agricola,y el campo tenemos que verlo con responsabilidad empresarial y hay que dejar a un lado las politicas habituales,con reto exportador y con crecimiento empresarial se transforma el Ecuador. Y que el sueño chino,siga siendo de los chinos.Pero para eso, la piedra angular es la inversión,para toda actividad productiva,tomando en cuenta que Ecuador es eje estrategico en la región, para lo que tenemos que innovarnos y ese es el reto de todos y del sector empresarial con mucha màs razòn.Pues sin industrias no habrà desarrollo y desde Manta y Manabi le apostamos al progreso,como para construir un nuevo futuro